Aunque en un primer momento genere vergüenza e inseguridad, detectarlo puede ser, afortunadamente, el comienzo del fin del problema. Lo fundamental es enfrentar la situación lo antes posible y ponerle un remedio eficaz.
Muchas pueden ser las causas de este mal, pero sólo una la consecuencia: el rechazo de las personas con las que interactuamos.
Generalmente, el mal aliento se produce con motivo de la descomposición bacteriana de restos de alimentos acumulados en nuestra boca. Pueden ocultarse entre los dientes, en la lengua o quizás en nuestra dentadura postiza.
EVITAR EL MAL ALIENTO puede ser sencillo introduciendo minuciosamente CIERTOS HÁBITOS EN TU DÍA A DÍA:
1.Hazte con un mini kit dental: no tener a mano tu cuarto de baño ya no es una excusa. Pasar muchas horas fuera de casa no puede hacer que dejes de lado tu higiene dental. Decídite y tomártelo en serio.
2.Bebe agua y zumos cítricos, sin exceso: la sequedad de la boca puede influir en el mal aliento.
3.Si usas dentadura postiza debes esmerarte en realizarle una rigurosa limpieza después de cada comida.
4.Evita la cebolla, el ajo, el alcohol y el tabaco. Son demasiado evidentes cuando conversas a corta distancia con alguien que los ha consumido.
5.Limpia tu lengua con un raspador lingual o tu cepillo de dientes.
6.Y por supuesto, . Hay enfermedades como la periodontitis o la caries que sólo pueden ser detectadas y tratadas por un dentista.
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